Magistrado y escritor del siglo XVII, que llegó a la opuencia económica y a las más altas dignidades desde humilde casa de labradores.
Nació Benito Trelles en Villamiel de Sarandines (Boal), probablemente de 1620. Fué hijo de don Gonzalo Menéndez de Coaña Trelles y doña Catalina Trelles Infanzón, de lo que se deduce que tomó para su uso los apellidos que más le acomodaron y en la forma que tuvo por conveniente. Algunos autores le suprimen el de a en Trelles y Villamil. Trelles reveló desde niño extraordinarias facultades para el estudio, por lo que se decidieron a protegerle en tal sentido dos tíos suyos, curas párrocos en San Antolín de Navia y en Miudes (El Franco). Así, cursó gran parte de la carrera de Leyes en la Universidad de Oviedo, estudios que completó en la de Salamanca, donde ingresó en 1643 en el Colegio Mayor de San Salvador de Oviedo, de esa ciudad.
De este colegio salió en 1649 promovido a oidor en Santa Clara en el reino de Nápoles, de donde pasó pronto a consultor en el de Sicilia.
Aquí contrajo matrimonio con una aristocrática dama, doña Teodora de Albornoz, en posesión de los marquesados de Torrala y Borromeo en la isla de Cerdeña. Quedó al poco tiempo viudo y con una niña del matrimonio, y contrajo después segundas nupcias con otra dama linajuda, doña Isabel de Agliata, duquesa del Parque y princesa de la Sala. Durante su primer matrimonio había sido investido del hábito de la Orden de Santiago. .
En el año 1652 regresó a Nápoles, donde ocupó el cargo de regente del Consejo, puesto que dejó al año siguiente para desempeñar el de regente del Consejo Supremo de Italia.
Rezábal y Ugarte, fundándose en testimonios de Pablo Antonio Tarsia y José Manuel Trelles Villademoros, dice: “Este insigne varón fue celebrado por su acertada conducta en los muchos empleos que manejó, del duque de Arcs, virrey del reino, no halló otro caballero ni ministro más a propósito que él para atajar los excesos de la plebe; los que, en efecto, consiguió disipar con su valor, cordura, desvelo y buena inteligencia; señalándose no menos en las armas como en las letras”
Hombre docto en diferentes cuestiones, principalmente en asuntos históricos y jurídicos, dio como escritor algunas muestras de su saber; pero es poco lo que como fruto de sus pluma ha llegado a nuestro conocimiento.
Unos once años permaneció al frente de su elevado cargo en Nápoles. En 1664 regresó a España para desempeñar el todavía más alto miembro del Consejo de Castilla, En el desempeño de él falleció el 12 de junio de 1670.
Siendo consejero de Castilla contribuyó con prodigalidad en aportaciones pecuniarias y de entusiasmo a la fundación del antiguo y desaparecido Hospicio, con cuyo motivo publicó bajo el seudónimo de Juan Ordóñez el volumen anotado con el número II.
Obras publicadas en volumen:
I.—Tratado sobre la regia potestad. (Nápoles, 16607 ).
II.-Tratado del recogimiento de los pobres. (Madrid, 16687; con el seudónimo de Juan Ordóñez).
III.—Memorial genealógico de las casas del conde de Orgaz y sus apellidos de Mendoza, Guzmán y Rojas. (Madrid, 1680: obra póstuma: escrita en obsequio de su yerno don José de Mendoza Guzmán y Rojas, sexto conde de Orgaz).
Trabajos sin formar volumen:
1.—Alegación en favor de su mujer, la marquesa de Torralba, contra el Bonorba, sobre unos feudos. (En el tomo II de la obra De regio Patronatu indiarium, Madrid, 1775).