ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

URIA Y URIA (José María).

 

En algunos sitios se le cita con los apellidos Uría y Nava. Pintor contemporáneo, laureado en Exposiciones Nacionales. Maestro en diversos géneros, especialmente retratos y cuadros de costumbres. No le ha distinguido la fecundidad, por lo que lamentándolo Sánchez del Fresno con motivo de la Primera Exposición de Bellas Artes celebrada en Oviedo en 1916, escribía: “Pinta porque sabe pintar, porque siente la necesidad espiritual de acariciar paleta y lienzo; pero nosotros que sabemos lo mucho que vale, dolémonos de ese Nirvana en que vive… Este hombre genial es como un gigante mudo… ¡Pinta tan poco, tan poco!…”

En cuanto a su arte, Silvio Itálico le encomia en La pintura asturiana acreditándole de “un dominador recio del pincel, de un magnífico y exquisito dibujante, en fin, de un hombre que posee una inconsciente y aristocrática elegancia, que vierte a manos llenas sobre todas sus creaciones”. Pero le dedica también alguna censura: “Es un poco baladí —dice—; no hace pensar; tan sólo produce una superficial impresión agradable: parece el resultado natural del que se preocupa algo más de la forma que del fondo”. Y por último declara que “su estilo persona le a llevado a aciertos maravillosos”.

En nuetras dos grandes Enciclopedias se da como fecha de nacimiento de José Uría la del año 1854. Nosotros no hemos tenido la fortuna de llegar a la noticia exacta en esto como en otras cosas de su vida, pero si podemos anotar como año de su nacimiento el de 1861 en Oviedo: Fueron sus padres don Juan Antonio Uría y Luanco, reseñado paginas atrás, y doña Cándida Uría y Alvarez de las Asturias. Lo es a su vez del anotado anteriormente, y hermano de los dos que le siguen.

Comenzó a estudiar el bachillerato en el Instituto de la ciudad de nacimiento, estudios que abandonó para seguir los de su más intima y profunda vocación: los de arte. Fué en el mismo Oviedo discípulo del pintor Antonio Fernández Cuevas y completó la carrera artística en Madrid, en la Escuela Superior de Bellas Artes y también como discípulo de Martínez Cubells.

Se dió a conocer públicamente en la Exposición Nacional de Bellas Artes celebrada en Madrid en 1881, en la que alcanzó una tercera medalla con el cuadro El príncipe don Carlos y el duque de Alba.

Una grave enfermedad vino a amargar ese éxito. Corrió el riesgo de que, a consecuencia de esa enfermedad, hubiera que amputarle el brazo derecho, lo que seguramente le habría inutilizado en una carrera artística comenzada con tan buenos auspicios. Salió del trance sin pasar por esa grave consecuencia, si bien le quedó el brazo anquilosado, pero de modo que no le impidió sus actividades pictóricas.

Concluidos los estudios oficiales en Madrid. se trasladó a Italia en 1883. Desde entonces residió casi permanentemente en Roma hasta 1890. Desde la capital italiana continuó concurriendo a las Exposiciones Nacionales de Madrid: a la de 1884, con el lienzo Lope de Vega en el cementerio, que le valió otra tercera medalla, duplicidad que entonces consentía el reglamento de estos concursos; a la de 1887, con La parva y el cuadro de grandes proporciones, de carácter histórico: El Campo de San Francisco: Primer grito de la Independencia, 1808, que pasó a propiedad del Estado y estuvo depositado muchos años en la Universidad de Oviedo, hasta que pereció en el incendio del edificio cuando la revolución de octubre de 1934; y a la de 1890, con un retrato y el cuadro histórico Hernán Cortés ante Carlos V.

De regreso en España, y probablemente en ese mismo año 1890, pasó a desempeñar una plaza de profesor auxiliar en la Escuela de Industrias, de Valladolid, con lo que se inició en las actividades docentes de arte. Poco después pasó como profesor a la Escuela de Artes e Industrias de Oviedo, y en Oviedo residió habitualmente en adelante con hogar propio formado en aquel año en matrimonio con doña Amparo Ríu. En Oviedo alternó el profesorado con la producción artística. De la citada Escuela pasó a ocupar el cargo de director en noviembre de 1909. Además fué elevado al cargo de director del Museo provincial de Bellas Artes en setiembre de 1914,

Su concurrencia desde Oviedo a las Exposiciones Nacionales de Madrid se determina del siguiente modo: 1882, con los cuadros Costumbres asturiana y Antes de dar el sí, premiado éste con segunda medalla; 1895, con Sala de cirugía, Extracción de crisoles, sistema Panadero y Después de una huelga, con el último de los cuales alcanzó otra segunda medalla, y 1897, con Bautismo de fuego.

Dejó de concurrir a estas Exposiciones por espacio de más de treinta años. Parece mostrarse refractario entonces a exhibir sus obras. Sólo por excepción, que nosotros sepamos, acude a la de Oviedo de 1916 con dos retratos personales y Taller de forja. Tres lustros más tarde vuelve a los concursos nacionales madrileños; en el de 1930 expone el cuadro El baile de los vaqueiros de alzada. Ultimamente, en 1935, celebró una exposición individual de sus obras en la ciudad de nacimiento y residencia.

Referencias biográficas:

Anónimo.—Los artistas asturianos en la Exposición de Bellas Ártes: José Uria y Uria. (En El Carbayón, Oviedo. 28 de diciembre de 18992).