Docto jurisconsulto y catedrático que floreció en la segunda mitad del siglo XVI y primeros años del XVII. Natural de Salas, donde probablemente nació hasta 1545. Cursó la mayor parte de los estudios de la carrera de Leyes en el colegio de Oviedo llamado popularmente de Los Pardos, color del hábito de los colegiales, para diferenciarlos de los verdes. Al quedar constituido en Salamanca en 1566 el Colegio de San Pelayo fundado por el arzobispo Valdés, fundador posteriormente de la Universidad ovetense, Diego de Valdés fue en él uno de los primeros colegiales. «Salió de este Colegio – se dice en el Libro de Recepciones – a oponerse a las cátedras de la Universidad de Valladolid, adonde, después de haber conseguido algunas, obtuvo la de Prima de Cánones, y habiéndola regentado algún tiempo, mereció que el rey, nuestro señor, le hiciese merced de una plaza de oidor en la Real Chancillería de Granada, con cuyo empleo finalizó su carrera, hasta entonces gloriosa».

Se conocen de él las dos obras anotadas más abajo, de la segunda de las cuales escribe González de Posada en Biblioteca asturiana: «Esta obra, dice Moreri que metió tanto ruido, que llegando un ejemplar a manos de Enrique IV en Francia, se escribió allí, de orden suya, contra ella».

Obras publicadas en volumen:

I. – Additiones and Roderici Suárez lecturas variorum jurium. (Valladolid, 1590; segunda edición en Amberes, 1661, que Cejador anota como primera, con lo que vendría a resultar obra póstuma)

II.- De dignitate regnum regnorunque Elspaniae (Granada, 1602).