ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

VALLE (Evaristo).

Uno de los pintores asturianos contemporáneos de más recia personalidad y a ratos escritor, del que lamento no figure en esta obra con más completa referencia.

Evaristo Valle nació en Gijón hacia 1880. Nada sabemos de su vida hasta que, después de haber completado sus estudios artísticos como discípulo de la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid y del pintor Ignacio Zuloaga, el Ayuntamiento de Gijón le concede, en 1903 una modesta beca para ampliar estudios en París. Cuando ya empezaba a ser conocido y ensalzado aquí por la crítica, le falla la pensión y se ve obligado a retornar a España. Algo después consigue que sea restablecida esa beca por dos años y con mayor esplendidez. Aunque modesto y retraído en extremo, tal vez en parte por un defecto de pronunciación que le acerca a la tartamudez, alcanzó en los medios intelectuales y artísticos de Paris sólido renombre, honores y dinero.

Casi desconocido en su patria, el éxito en ella se presentó en su espíritu como una ambición infrenable. Quería el aplauso de los suyos y lo alcanzó rotundo en Madrid con una exhibición de treinta lienzos en el Salón Iturrioz, en 1909. A este suceso se refiere Bordona en el folleto de comentarios a la Exposición regional de Oviedo de 1916, cuando dice: «Aquello fué una verdadera revelación, un éxito asombroso de crítica, y en el Círculo de Bellas Artes y el Ateneo, la Exposición de Valle fué el tema de conversación de muchos días», Ya antes había dicho de él Zuloaga: «Es uno de esos pintores llamados a regenerar nuestra pintura».

Anteriormente, en diciembre de 1907, había celebrado otra Exposición de sus obras en Gijón. Después de esos éxitos, tan apetecidos, tornó a su retraimiento, recogido en la villa natal, hasta que apareció en la citada Exposición de Oviedo (1916) con un retrato y cuatro Crepusculos, que Se consideraron como una de las aportaciones de mayores méritos.

Compartida su estancia entre Gijón y París, con más largas permanencias en la villa de nacimiento, ha venido consagrado a su arte, un arte personalísimo. que sólo encuentra antecedentes en el Goya

de los grabados, en el que hay algo más que plástico recreo para la vista. En sus obras, la fuerza intencional o expresiva de los asuntos produce siempre emoción y obliga a meditar. Sus cuadros de mascarones, tema dilecto, y sus paisajes brumosos de Asturias son de lo más sugerente en la pintura contemporánea.

Siempre con el mismo éxito alcanzado en anteriores ocasiones, celebró algunas exposiciones personales: una en Madrid, en 1919, tres en 1922, la más importante de ellas en Madrid, en el Palacio de Bibliotecas y Museos, con cuarenta y cinco lienzos, en el mes de junio, y las otras dos en Bilbao y Gijón; ésta última con carácter oficial y por la que fué agasajado con un banquete; otra en 1925, nuevamente en Bilbao en la Sociedad de Artistas Vascos, y otra más en Madrid, el año

1929, en los salones de la Casa Vilches.

El aplauso extranjero volvió a llenarle el espíritu de nostalgia y en el otoño de 1924 marchó a Londres con una veintena de lienzos , lo más de ellos representaciones de escenas grotescas de carnaval el una aldea asturiana, con los que alcanzó un éxito rotundo de crítica y de venta. El autorizado crítico Frank Rutten dijo de él en The Sunday Times: «Hace mucho tiempo que un pintor español no nos da una no ta tan personal y distinguida como la que caracteriza la obra de Evaristo Valle, que por primera vez expone en Londres».

Entretanto, no dejó Valle d concurrir con sus creaciones a concursos colectivos. A las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de Madrid acudió este orden: 1917, un retrato y Acevedo (Asturías); 1920, El nieto; 1932, Carnavalada en la cuenca minera y Haraganes; premiado este último con una tercera medalla; 1934, Las guardianas de la piara, y 1936 (no abierta al público a consecuencia de la guerra civil iniciada en el mes de julio), La abuela y el nieto.

También ha sido expositor en la Exposición de Artistas Asturianos celebrada en Madrid en 1926 bajo los auspicios del Heraldo de Madrid; la Internacional de Barcelona, de 1929, con Carnavalada y las abuelas, y el Salón de Otoño, de Madrid, de 1932, con Caserío.

Evaristo Valle ha cultivado también las letras, como lo acredita la novela luego anotada.

 

Obras publicadas en volumen :

I.–Oves e Isabel, (Gijón, 1919; novela).

 

Referencias biográficas:

A. C. (Alfonso Camín)._Asturias en la pintura. Evaristo Valle o el Caballero de la Niebla. (En la revista Norte, Madrid, noviembre de 1930).

Menéndez Arranz (Juan)._Exposición Nacional de Bellas Ar tes. Los artistas asturianos. (En Asturias, órgano del Centro Asturiano. Madrid, julio de 1917).