Orador y escritor contemporáneo. Uno de los principales organizadores y dirigentes de las fuerzas socialistas y sindicales de Asturias, en labor compartida, después de muerto Manuel Llaneza, con Ramón González Peña, Amador Fernández y Teodomiro Menéndez.
Nació Manuel Vigil Montoto en Gijón en enero de 1870, hijo de modestos trabajadores, don manuel y doña Eugenia de esos respectivos apellidos.
A la edad de doce años tuvo que abandonar la escuela con incompleta, aunque aprovechada Instrucción, para comenzar la lucha por la vida en el trabajo manual. Con esta necesidad iba asociado su afán de saber y una clara inteligencia, por lo que le fué posible levantarse a un alto nivel intelectual en formación autodidáctica. A la indicada edad entró como aprendiz de albañil en un taller de coches, después fue ayudante de dos obreros en la fábrica de loza de la misma villa de nacimiento y en 1883 entró a trabajar también como aprendiz en un taller de cerrajería.
El pequeño cerrajero de trece años aún no se había posesionado de las ideas propias y, guiado por las de la madre, continuaba acudiendo los domingos al Catecismo establecido en la Colegiata de Gijón. Una recitación de un trozo de lectura religiosa le valió el premio de un crucifijo, que la madre recibió con gran alegría. Pero en otra prueba de recitación, el cura que dirigía el Catecismo se permitió gastarle una cuchufleta que originó la hilaridad de los niños asistentes, casi todos de mejor posición social y económica de Vigil Montoto, el cual soportó la rechifla que atribuyó al menosprecio de su pobre indumentaria, pero el Catecismo permitió desde ese día al pequeño parroquiano, y el sacerdote contribuyó a que se descarriara por lo menos prematuramente esta oveja, que ya no volvió a entrar en la iglesia en el resto de su vida. El resquemor del suceso le llevó a otear otros horizontes y lecturas como el de Las Dominicales del Libre Pensamiento, precisamente a la misma hora en que tendría que acudir al catecismo, le fueron iniciando en el ejercicio de la personalidad apenas embrionaria entonces.
Los progresos en su formación cultural no iban a la zaga de los conseguidos en el oficio de cerrajero, como lo demuestra que andaba por los diecinueve años de edad cuando desempeñaba el puesto de Bibliotecario en el Casino Republicano sostenidos por los republicanos federales gijoneses en cuyas filas ya militaba…También por entonces prestaba su colaboración al periódico El Grito del Pueblo de esa ideología.
En 1890 ingresó en el Ejército a cumplir el servicio militar, y volvió a él, después de estar algún tiempo en la reserva, llamado a filas con motivo de la guerra de África iniciada en 1893. Ya ganado entonces por el ideario socialista, que sintió fortalecido después de conocer al fundador del Socialismo español, Pablo Iglesias, ingresó en ese año en la Agrupación Socialista Madrileña. Cuando, nuevamente licenciado del servicio de las armas en 1894, regresó a Gijón, continuó asociado al Partido en la Agrupación gijonesa, iniciándose entonces en la larga y constante lucha en favor de la organización política y sindical del proletariado.
Mientras trabajaba como mecánico y estudiaba para hacerse maquinista naval, entregaba a esa propaganda lo mejor de sus entusiasmos. En ese mismo año (1894) fundó en Gijón con otros compañeros la Sociedad de Obreros en Hierro y demás metales, afecta a la Unión General de Trabajadores, a cuyos Congresos Nacionales asistió desde entonces. También asistió desde la misma fecha, como representante de Asturias o de varias Agrupaciones, por espacio de treinta años, a casi todos los Congresos celebrados en Madrid por el Partido Socialista. En 1896 fundó en Gijón el quincenario la Aurora Social, que dirigió hasta la suspensión por la autoridad militar en mayo de 1898. Y desde un año antes comenzó a participar en mítines de propaganda societaria, a lo que dedicó muchos años de actividad casi permanente.
Cuando en 1898 se disponía a procurar buque para hacer los viajes reglamentarios con el objeto de examinarse de maquinista de la marina mercante, vino a torcer el rumbo de su vida el requerimiento.
Del amigo y correligionario Eduardo Varela, establecido en Oviedo con un Centro de Suscripciones, para venta de libros al contado y a plazos, negocio al que se dedicó Vigil Montoto por espacio de veintitrés años, residente desde entonces en aquella capital y con hogar propio desde el año siguiente (1899), casado con doña Julia Pascali Pinto, de la que quedó viudo en 1921 y contrajo segundas nupcias dos años después con doña María Cases.
Aquel negocio de Librería, efectuado en buena parte de un modo ambulante, le sirvió grandemente como vehículo para intensificar sus propagandas socialistas, con el resultado de haber instituido en la provincia numerosas agrupaciones políticas y sindicales, empezó por fundar en el mismo Oviedo la Sociedad de metalúrgicos gemela de la antes fundada en Gijón y contribuir a la organización de otras instituciones obreras, afectas todas a la Unión General de Trabajadores. En 1901 figuró entre los principales promovedores de la Federación de Sociedades Obreras ovetenses, en la que desempeñó los cargos principales por espacio de nueve años, durante los cuales fueron de su iniciativa la creación las Secciones de Enseñanza y Artística, la escuela nocturna, la Biblioteca, el Orfeón y el Cuadro de Declamación. Fue también idea suya la construcción del edificio social propio, inaugurado en 1907 y ampliado en 1931.
Desde poco después de su asiento en Oviedo, en 1899, volvió a publicar bajo su dirección La Aurora Social, esta vez como Órgano de las Agrupaciones Socialistas de la provincia, librando en el periódico valientes campañas de reivindicación social que le costaron procesos, encarcelamientos y destierros.
La actuación política en Oviedo le llevó al desempeño del cargo de concejal, triunfante en las elecciones celebradas en 1901 y luego en las de 1905, y puesto que desempeñó, como primer concejal socialista que tuvo el ayuntamiento ovetense y uno de los primeros en Asturias, hasta 1909. Diez años después, en 1919, volvió al desempeño de otro cargo representativo, el de diputado provincial por el distrito de Infiesto-Laviana, que desempeñó hasta el advenimiento de la Dictadura y disolución de las Diputaciones provinciales en setiembre de 1923. Fué preciso que adviniera la República para que volviera a tener otro cargo de elección popular. Este fue el de diputado a las Cortes Constituyentes, electo por la jurisdicción asturiana en la candidatura republicano-socialista, triunfante en julio de 1931.
A comienzos del siglo Vigil Montoto comenzó a especializarse en el estudio y la propaganda de los diferentes métodos de previsión social, en lo que llegó a conquistar una reconocida autoridad. Hacia 1912 le concedió su representación en Asturias con una modesta asignación para gastos el Instituto Nacional de Previsión, al que prestó servicios de propaganda en el sistema de operaciones del sistema libre para pensiones de vejez con bonificaciones del Estado, en lo que alcanzó eficaces resultados. Al servicio de esas modalidades del mejoramiento social a cargo del Estado desplegó muchas actividades de conferenciante y escritor. Sus colaboraciones como tal en la Prensa se extendieron los diarios gijoneses El Noroeste, El Comercio y La Prensa; el madrileño Heraldo de Madrid la revista también madrileña Anales, del Instituto antes mencionado y años adelante, el diario El Socialista. Antes y entonces, además de su firma verdadera, ha empleado algunos seudónimos, entre ellos los de Lucas Gómez y Miguel Lavín, anagrama éste del nombre y primer apellido y el más usado de todos. A esas mismas ideas responden los más de los trabajos en volumen que se anotan al final del presente estudio al servicio de ellas fundó y dirigió en Oviedo (1915-16) la revista La Previsión Popular, que repartía gratis entre la población obrera, sostenida con los anuncios de la cubierta y la venta a entidades patronales.
A la implantación del primer seguro social obligatorio, el de retiros obreros, en 1921, el Instituto Nacional de Prevención le requirió para desempeñar el cargo retribuido de inspector regional de Seguros Sociales, al servicio del cual continúa actualmente (1936). Dejó entonces el negocio que continuaba sosteniendo de librería para dedicarse a este cometido.
Como tal delegado en Asturias del Instituto Nacional de Previsión, una de sus primeras actuaciones fue la de contribuir a la fundación, en abril de ese mismo año 1921, del Patronato de Previsión Social asturiano, del que pasó a ocupar un cargo directivo por su representación. En el mes de julio fue cofundador asimismo de la Caja ASturiana de Previsión Social, colaboradora del citado Instituto, al que representó en el Consejo Directivo hasta 1935 en que fueron declarados incompatibles los cargos de inspección con los directivos de las Cajas, como lo fueron anteriormente con los de los Patronatos.
Asociado a ese cargo de inspector regional del Instituto y por designación oficial recaída en él en 1922, ha venido compartiendo esas actividades con las de vocal adjunto como representante obrero en la Comisión Nacional Asesora Patronal y Obrera, lo que le ha obligado a compartir su residencia desde entonces entre Oviedo y Madrid.
En el congreso celebrado en Córdoba en 1931 por la Cooperativa Española de Casa Baratas Pablo Iglesias fue elevado al cargo de presidenta, en el que se le reeligió en el Congreso celebrado en Madrid en 1933 y que desempeñó hasta el cese reglamentario dos años después. Durante los dos años últimos esta cooperativa adquirió un gran auge, aumentando sus asociados en más de cuarenta y cinco mil y en cerca de mil las secciones locales en toda España.
Obras publicadas en volumen:
I.- Por la clase trabajadora. Oviedo, 1900; trabajo premiado en los Juegos Florales celebrados en ese año en dicha ciudad).
II.- Los mineros asturianos (Oviedo, 1901; folleto)
III.- Epistolario socialista. (Oviedo, 1913; segunda edición en 1933; folleto)
IV.- Los retiros obreros en España y otros países (Madrid, 1914; folleto)
V.- Vulgarización del régimen del retiro obrero obligatorio (Madrid, 1923, folleto)
VI.- Los seguros sociales en España y el régimen legal en Retiros obreros. (Oviedo, 1924; folleto publicado por el Sindicato Obrero Metalúrgico Asturiano)
VII.- Recopilación de leyes del seguro social. (Madrid, 1928; ponencia presentada aprobada en el XVI Congreso de la Unión General de Trabajadores)
VIII.- Perfeccionamiento de los seguros sociales. (Madrid, 1928; ponencia presentada y aprobada en el XVI Congreso de la Unión General de Trabajadores)
IX.- El seguro de vejez para los obreros agrícolas independientes. (Barcelona?, 1931; ponencia presentada y aprobada en la Asamblea de Sociedades Agrícolas de Cataluña)
Referencias biográficas:
Suárez (Ramón) – Asturias en el socialismo. Una charla con Manuel Vigil Montoto. (En la revista norte, Madrid, octubre de 1930).