Funcionario público y escritor que brilló en Oviedo en la segunda mitad del siglo XIX. Fue muchos años, hasta su fallecimiento, empleado de la Diputación con la categoría de oficial. Al mismo tiempo desempeñó otros destinos, como el de habilitado para pagos a los maestros de primera enseñanza.

Desde muchacho reveló notables disposiciones para el cultivo de las letras, para la declamación, la música y el canto. Como ejecutante musical consiguió tocar con maestría la viola; como cantante,

participó con bien timbrada voz de barítono en numerosas representaciones, casi siempre de fines benéficos; como actor también interpretó diversos papeles en cuadros de aficionados al arte escénico, y como escritor, colaboró en diferentes periódicos ovetenses, uno de ellos, en torno a los años de 1870, El Faro Asturiano, donde empezó a usar como critico musical la firma de Fiorella,.

Por esa época fundó con el músico y compositor musical Víctor Sáenz y otros aficionados la sociedad artística Castalia que, por espacio de unos veinte años, contribuyó notablemente con sus conciertos y representaciones a sostener en Oviedo el gusto por el arte lírico teatral. Todas esas actividades artísticas las desarrollaba siempre generosamente y sin ningún deseo de lucro.

Falleció Florentino Vigo en su ciudad natal en febrero de 1910.