Jesuita, profesor y escritor contemporáneo, residente desde hace muchos años en Cuba. Nació en la villa de Grado el 19 de julio de 1876, hijo de don Isidoro de ese apellido y doña Aldonza Díaz Moro. Después de cursada la enseñanza elemental en la localidad de nacimiento y en la de Colunga, donde pasaba temporadas en la casa de los abuelos paternos, le enviaron sus padres a estudiar el bachillerato al colegio establecido por los jesuitas en Carrión de los Condes (Palencia), en el año de 1887. Al cerrarse ese colegio y ser abierto a los estudios el de la Inmaculada, de Gijón, en 1891, se trasladó a éste y en él cursó los dos últimos años. En junio de 1893 le fué concedido el título de bachiller en el Instituto de Jovellanos.

Aficionado durante esos estudios a las prácticas de la Compañía de Jesús, apenas concluidos regresó a Carrión de los Condes e ingresó en el Noviciado que allí se había establecido al desaparecer el colegio. Tras los dos años reglamentarios de noviciado y otro que dedicó a estudios de Humanidades, le trasladaron los superiores a Burgos, donde estudió Retórica por espacio de dos años. En el verano de 1898 se le envió al Colegio Máximo de Oña, donde estudió Filosofía y Ciencias durante tres cursos, y desempeñó a la vez funciones de ayudante en el Observatorio del Colegio, con lo que se despertaron sus aficiones a la Meteorología, que ya no le abandonaron en lo sucesivo.

Pasó después los cuatro años reglamentarios dedicados a la enseñanza, durante los cuales, y a la vez que ampliaba sus conocimientos en Matemáticas y otras ciencias, explicó diferentes asignaturas en varios colegios de la Compañía. Durante un curso ejerció de profesor de Física y Química en la Universidad de Comillas (Santander) y dirigió a la vez la estación meteorológica, en la que hizo especiales estudios sobre las borrascas del Cantábrico.

Concluido ese período de prácticas como profesor, volvió a Oña y emprendió los estudios de la Teología en el otoño de 1905, cursándolos en tres años, al cabo de los cuales fué ordenado de presbítero, Residió luego un año en la casa de Manresa (Barcelona), dedicado a las prácticas llamadas entre jesuitas de tercera probación. Concluidas, le enviaron los superiores en 1910 al Noviciado de Macon, del Estado de Georgia (Estados Unidos), donde se dedicó principalmente al estudio del inglés. En el verano de 1911 se le destinó al colegio establecido por la Compañía en Cienfuegos (Cuba). Permaneció aquí dedicado a la enseñanza y la predicación, sin descuido para sus estudios meteorológicos, hasta 1919, año en que se le trasladó al colegio de Nuestra Señora de los Dolores, de Santiago de Cuba, como profesor de Física y director del entonces modesto Observatorio. Desde entonces continúa en dicho colegio, alternando con la función docente los estudios climatológicos y meteorológicos, éstos con tal competencia científica que, no obstante disponer de instalaciones inferiores a otros Observatorios, ha conquistado extenso crédito.

Aunque siempre se mantuvo en él latente la vocación literaria, sólo en los últimos años ha dedicado a ella algunas actividades para el público, alternando con los trabajos científicos los puramente literarios de cronista, cuentista y poeta. Ha colaborado principalmente en la revista dedicada a los estudiantes en Santiago de Cuba con el título de Vacaciones y en los periódicos de la misma ciudad, Diario de Cuba y Adelante; en la revista habanera de los jesuitas Belén y el Diario de la Marina, de la misma capital, y en El Siglo de las Misiones. Ha empleado algunas veces como firma de trabajos literarios el seudónimo de Dr. Matraca. También ha desarrollado actuaciones de conferenciante.

Obras publicadas en volumen:

1-—Prácticas de Física. (Habana, 1929; un tomo en 4.º, en colaboración con el P. Maturino Castro, que redactó la segunda parte del Volumen).

Trabajos sin formar volumen:

1.—Melemitas. (En la revista Belén, Habana, marzo de 1927; dos cuentos, dos anécdotas y una poesía).

2.- La predicción de los ciclones y el mar Caribe. (En ídem, noviembre de 1928).

3.—Juanita. (En ídem, marzo de 1929; cuento).

4.—Mi azucena. (En idem, setiembre de 1929; cuento).

5.—Africa cristiana. (En El Siglo de las Misiones, Burgos, 1930; drama misional en tres actos).

6.—La borrasca del «Cuatro Vientos”. (En el Diario de Cuba, Santiago de’ Cuba, 12 de julio ; trabajo reproducido por el Diario de la Marina, de la Habana).

7.—La tropo y estratosfera, (En Adelante, S. de Cuba, fines de 1934). rá |