Eclesiástico y escritor contemporáneo, nacido en la villa de Tineo el 15 de marzo de 1869, hijo de don Joaquín de ese apellido y doña Manuela Fernández, labradores de modesta posición,
Después de cursada la instrucción elemental y llevado de su vocación por la vida religiosa, comenzó los estudios eclesiásticos con los de Humanidades y Filosofía en 1886 en el Seminario menor de Valdediós (Villaviciosa). Continuó luego la carrera en los Seminarios Conciliares de Oviedo y Teruel, en los que cursó Teología con las calificaciones más altas de beneméritus y meritísimus, y recibió las órdenes de presbítero en diciembre de 1893.
Poco después de ordenado de sacerdote pasó a ocupar la plaza de ecónomo en la parroquia de San José del Pozón, del arciprestazgo de Tineo, puesto que desempeñó durante algunos años, conquistándose el cariño de los feligreses, desavenidos por haberse refundido poco antes tres parroquias en la citada, y a los que consiguió traer a una situación de concordia. Pasó después a regentar la iglesia del Rodical, aneja a la villa de Tineo, y también de nueva creación entonces, al frente de la que estuvo algunos años, durante los cuales construyó una iglesia, que dotó de todo lo necesario al culto.
Desde los tiempos de seminarista sintió especial devoción por la oratoria, que desarrolló con éxitos como predicador en Tineo y lugares comarcanos, Al mismo tiempo y llevado de su amor a las bellezas naturales y a la historia de Tineo y la comarca, comenzó a desarrollar actividades de escritor con colaboraciones en algunos periódicos tradicionalistas de Oviedo, entre ellos El Pensamiento, Las Libertades, La Opinión de Asturias y El Carbayón. Al mismo tiempo, en defensa de los intereses morales y materiales de esa villa fué uno de los más asiduos colaboradores del periódico local La Voz de Tineo y dirigió más tarde el Heraldo de Tineo, desaparecido aquél.
Con las ocupaciones eclesiásticas y las literarias compartió algún tiempo las docentes como profesor de Latín y de Literatura en el Colegio de San Francisco, de segunda enseñanza,
En 1907 fué favorecido con el nombramiento de beneficiado de la Catedral de Teruel, cargó que desempeñó hasta su traslado en 1911 con igual categoría a la Catedral de Salamanca, que continúa ocupando en la actualidad (1936). En ese destino desempeña el puesto de decano. Es además, desde 1922, confesor extraordinario de las religiosas isabeles de esa ciudad.
Como antes, durante su residencia en Asturias, ha continuado, tanto en Teruel como en Salamanca, dedicándose a la predicación y al cultivo de las letras con el mismo éxito. Sus colaboraciones periodísticas casi se han reducido en esos últimos años a las prestadas a los diarios ovetenses El Carbayón y La Voz de Avilés. En cambio ha sido fecunda su pluma en producciones destinadas a la vida del libro sobre temas religiosos, literarios e históricos, entre los que merece especial mención la obra Remembranzas de antaño y hogaño de la villa de Tineo, archivo documental de la historia tinetense.
Obras publicadas en volumen:
I—La Bula de la Santa Cruzada. (Oviedo, 1905).
II.—Discurso acerca de Cervantes. (Salamanca, 1906: con motivo del Centenario de la primera parte del Quijote).
III.—La mujer, rehabilitada por María Inmaculada. (Salamanca, 1912).
IV.—España y la Inmaculada. (Salamanca, 1913).
V.—La Moral y la Prensa. (Salamanca, 1922: discurso en Tineo).
VI.—La Religión en las escuelas, (Salamanca, 1924; conferencia a los maestros en Tineo).
VIL.—La Granja agrícola de Tineo. (Salamanca, 1928).
VIII.—Recuerdo del castillo de Tineo. (Salamanca, 1928; artículos).
IX.—La biografía del insigne maestro de Tineo, don Pío Cuervo. (Salamanca, 1929).
X.—In memoriam. (Salamanca, 1929; discurso en homenaje a don Pío Cuervo).
XI.—Remembranzas de antaño y hogaño de la villa de Tineo. (Salamanca, 1930).
XII—El árbol y sus beneficios. (Salamanca, 1931; artículos).