ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

GARCIA VELA (Fernando).

Escritor contemporáneo. Nacido en Oviedo el 28 de octubre de 1888 en hogar acomodado, hijo del médico don José (de esos apellidos) y de doña Felisa de García Alonso. Es hermano del reseñado a continuación.

Estudió el bachillerato en el Instituto de la ciudad natal y seguidamente hizo la carrera de Aduanas e ingresó en el escalafón del Cuerpo pericial de este servicio del Estado, con destino en Águilas (Murcia). Poco después contrajo matrimonio (7 de enero de 1913) con doña María de S. Laurín.

Llevado de su vocación a las letras, con los estudios oficiales compartía las lecturas, especialmente las de índole filosófica, y de esta formación cultural le permitió distinguirse como escritor desde estudiante en algunas revistas juveniles publicadas en Oviedo y también en periódicos de mayor importancia.

De Aguilas pasó a Gijón y aquí alternó con los deberes profesionales las dedicaciones literarias. Lo mejor de su pluma entonces eran sus colaboraciones en el diario gijonés El Noroeste, a cuyo cuerpo de redactores pasó al hacerse cargo de la dirección Antonio L. Oliveros, a comienzos de 1917. Siendo ya redactor de El Noroeste, fundó una revista literaria que no arraigó en el público, el cual, sin embargo, reconocía y estimaba al escritor.

Sus actividades intelectuales no se limitaron al periodismo, pudiendo citarse por más importante su labor en el Ateneo Obrero, – acerca de la que escribe Oliveros: “Allá por el año de 1918, Fernando García Vela, todavía redactor de El Noroeste, hizo salir del marasmo en que había caído el Ateneo Obrero de Gijón, fundado por unos hombre humildes, sedientos de saber, a principios del siglo o a últimos del anterior. García Vela dió nueva vida a la función docente de este Ateneo; le dotó de edificio propio mediante una suscripción popular, aumentó el número de socios y le imprimió una gran actividad cultural”. De esta época data su amistad con don José Ortega y Gasset.

Solidamente formado el escritor y bajo la protección de tal maestro. en 1919 se trasladó García Vela a Madrid, donde reside desde entonces. Llegaba a la capital favorecido con un traslado como funcionario al Ministerio de Hacienda y con un puesto de redactor en El Sol, diario inspirado por el aludido profesor y filósofo. El citado Oliveros enjuicia su personalidad literaria, ya en plena madurez, con estas palabras: “La personalidad espiritual de García Vela tiene de particular sus relieves propios. Posee una facultad excepcional de asimilación que le da los materiales para destacarse como escritor de nota. Es hombre tan culto como inteligente: Tan cuidadoso del efectismo estilista como del concepto. Sus producciones acusan un valor intelectual de nuestros días”.

En Madrid, como antes en Gijón. sus producciones literarias continuaron en su mayor parte desperdigándose por periódicos y revistas, principalmente como articulista de El Sol. Al fundar Ortega y Gasset en 1923 la Revista de Occidente, le llevó a ella como secretario de redacción.

Al año siguiente daba al público la primera de sus producciones en volumen. Contra lo que cabía esperar de su formación intelectual, se trataba de un trabajo sobre deportes (número I) y tal vez por esto lo firmó con el seudónimo de F. Alonso del Caso.

Al cambiar el 25 de marzo de 1930 el diario El Sol de empresa y. consiguientemente, de orientación política, García Vela fué uno de los redactores que abandonaron este periódico y fundaron Crisol y a fines de 1931, el diario Luz. Dos años después abandonó la redacción de éste para regresar a El Sol como director. Al fundarse en 1934 el Diario de Madrid, bajo la inspiración de Ortega y Gasset, se le confió la dirección. al frente del cual estuvo hasta que dejó de publicarse a fines de 1935.

 

Obras publicadas en volumen:

I—Futbol Association y Rugby. (Madrid, 1924; folleto con el seudónimo de F. Alonso de Caso y dibujos de García Cuervo; en la colección Biblioteca de Deportes, número 2).

II—El arte al cubo. (Madrid. 1927; en la colección Cuadernos Literarios).

III.—El futuro imperfecto. (Madrid, 1934).