Escritor contemporáneo, muchos años director del diario gijonés El Noroeste. Nació en Puerto de Vega (Navia) el 5 de setiembre de 1878, hijo de don Manuel López Oliveros y de doña Antonia Fernández Lavandera, propietarios y rentistas en dicho pueblo.

Huérfano de madre a los cuatro años de edad, arruinada su casa cuando andaba por los siete, marchó a Cuba en compañía del padre, quien se proponía rehacer su vida en ese país.

Ya en la Habana, acogió con todo interés al muchacho un antiguo amigo del padre, don Ramón Fernández, conserje de la Academia Oficial de Pintura y Escultura de San Alejandro, que consiguió la protección del director de la Academia, don Miguel Molero y de su familia, a cuyo amparo comenzó formalmente sus estudios Oliveros.

Pronto dieron fin estos estudios y tras varias peripecias Oliveros se puso a trabajar en diversos oficios, siendo sucesivamente mozo de botica, lechero, dependiente de café, peón de caminos, vendedor de periódicos. Al mismo tiempo, en las escasas horas libres, se dedicaba a ampliar y mejorar sus conocimientos. Se inició como periodista, enviando un trabajo a la revista habanera Vida Gallega que, contra lo esperado por él, le dió publicidad.

Al estallar en 1895 la guerra separatista de los cubanos, Oliveros se alistó como soldado voluntario para combatir la insurrección y permaneció en filas hasta el término de la misma en 1898.

Dejadas las armas continuó residiendo en Cuba, colaborando en varios periódicos habaneros, entre ellos: Diario. de la Marina, Diario Español y El Comercio. Con los trabajos periodísticos alternó otros de tipo literario, acogidos por diversas revistas habaneras.

De su labor periodística correspondiente a esa época merece que sea destacada la iniciativa de erigir en Navia un monumento al poeta Campoamor. En 1910 organizó con esta finalidad un Comité del que recibió el encargo de trasladarse a España para llevar a la realidad el proyecto; tal fué el motivo que le devolvió a la tierra nativa.

Esta su empresa y las dificultades de vario tipo que hubo de vencer le dieron ocasión para iniciar sus colaboraciones en el diario gijonés El Noroeste.

Del último obstáculo opuesto a proyecto de monumento nos da cuenta Oliveros con estas palabras: “En Navia se opuso a la erección de la estatua cierta intransigencia clerical, que calificó a Campoamor de escéptico y amenazó con la excomunión a quienes contribuyesen para ella. Yo contesté al clericalismo con una campaña tenaz y violenta desde El Noroeste, y lo vencí. Al tratar de inaugurar el monumento resolví que se tocase el Himno de Riego, pretensión que levantó la protesta de la mayoría del pueblo. Incluso fuí agredido por los más recalcitrantes fanáticos a las órdenes de los curas, pero yo salí con la mía y el Himno de Riego se tocó en Navia. Ocurrió esto en agosto de 1913”.

Al constituirse en ese año el partido Reformista bajo la jefatura de Melquiades Alvarez, Oliveros fué de los primeros que se afiliaron a él Después de un viaje a Cuba para arreglar sus asuntos e intereses allí, regresó a España en marzo de 1915, y fijó su residencia en Gijón.

“Hasta el primer semestre de 1917 distribuí el tiempo —anota él mismo— entre mis colaboraciones en El Noroeste y diversos trabajos de acción social”. En esos meses últimos compartió la dirección efectiva del periódico con el director responsable Rafael Sánchez Ocaña, y en Julio se le designó para dirigirlo personalmente.

El auge y la popularidad de El Noroeste aumentaron considerablemente bajo la dirección de Oliveros. Intervino este activamente en la vida política española, manteniendo duras campañas contra la Dictadura y la Monarquía, por lo que más de una vez sufrió condena. En 1931, a consecuencia de una maniobra tramada contra él en el seno del partido Reformista, hubo de abandonarlo y presentó la dimisión de su cargo de director de El Noroeste.

Desde entonces Oliveros reside en Madrid. En 1935 publicó la obra Asturias en el resurgimiento español.

Obras publicadas en volumen:

I.—Asturias en el resurgimiento español: Apuntes históricos-biográficos. (Madrid, 1935).

Referencias biográficas:

Oliveros (Antonio L.).—Apuntes autobiográficos. (En la obra 2 anteriormente anotada).