ESCRITORES Y ARTISTAS ASTURIANOS

ÍNDICE BIO-BIBLIOGRÁFICO

RICO AVELLO (Manuel).

Jurisconsulto y político contemporáneo, muerto con ocasión de los sucesos represivos desarrollados en Madrid con motivo de la sublevación militar de julio de 1936. Hermano de los tres que se reseñan anteriormente. Nacido en Villanueva de Trevías (Luarca) el 20 de diciembre de 1887. Fueron sus padres don José Rico y García-Lañón y doña Dolores Avello Suárez-Valdés.

cursó la instrucción primaria en el pueblo de nacimiento,. Cuando cumplió los diez años de edad, su familia trasladó la residencia a Luarca, y en esta villa estudió el bachillerato con exámenes en el Instituto de segunda enseñanza de Oviedo, en el que obtuvo el grado bachiller.

Entonces, el padre, hombre muy aficionado a la agricultura, le envió a Madrid con objeto de que ampliase sus conocimientos en matemáticas para el ingreso en la Escuela de Ingenieros Agrónomos. Pero la vocación del hijo no Ilevaba ese rumbo, sino hacia las disciplinas literarias y políticas. Rebelde contra el deseo del padre, ni siquiera intentó hacer aquellos estudios y se dedicó al periodismo. Aunque se trataba de un muchacho que no había cumplido los diecisiete años, entró a formar parte de la Redacción del periódico La Democracia, de tendencia republicana , muy en consonancia con sus ideas, y que dirigía don Martín Rosales, después dique de Almodóvar del Valle y ministro de la Gobernación al advenir la Dictadura impuesta por el general Primo de Rivera en 1923.

Al cesar la publicación de aquel periódico meses después, Rico Avello aceptó el consejo del padre de abandonar el periodismo y regresar a Asturias con libertad para que siguiera los estudios que quisiese; y se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo, en la que fué investido de licenciado con premio extraordinario por oposición, tras brillantes estudios en todas las asignaturas, el 20 de setiembre de 1908.

Los estudios no le impidieron continuar sus ya iniciadas actuaciones intelectuales, y además de colaborar como escritor en algunas publicaciones ovetenses y desarrolló actividades de conferenciante en numerosos pueblos de Asturias y algunos de Santander, dentro de la cruzada de vulgarización intelectual llevada a cabo por la Extensión Universitaria, que entonces dirigían los profesores Altamira y Sela, principalmente.

Después de licenciado se trasladó a Madrid y en la Universidad Central cursó los estudios del doctorado con la misma brillantez alcanzando ese grado en junio de 1909.

En 1913 se le confirió el cargo de secretario de la Asociación Patronal de Mineros Asturianos, entidad constituida entonces por las empresas mineras:y siderúrgicas de Asturias para fomentar y defender la industria y, principalmente, para resolver los conflictos sociales entre patronos y trabajadores de minas y fábricas. Al año siguiente se estableció en el mismo Oviedo como abogado, y a estas dos actividades, principalmente, vivió consagrado hasta 1933, respetado y querido en Oviedo donde fundó el hogar propio, casado el 5 de junio de 1915 con doña Castora Rico Rivas, de distinguida familia luarquesa.

A esas dos fundamentales ocupaciones unió actividades desplegadas en otros varios organismos provinciales. Fue también secretario de la Cámara Minera, del Sindicato Comercial Carbonero, de la Comisión Mixta de Obreros y Patronos y del Orfanato Minero. Ocupó asimismo el cargo de consejero Caja Asturiana de Previsión Social. Escribió numerosos informes acerca del fomento de la riqueza asturiana, publicados en la prensa regional y nacional. También ha usado con ese mismo fin sus facultades de conferenciante.

Militante políticamente en el Partido Reformista que acaudilla Melquiades Álvarez, salió triunfante por el distrito Oviedo-Siero como diputado provincial en las elecciones de 1920, representación que ostentó hasta la disolución de les Diputaciones por el dictador Primo de Rivera en setiembre de 1923, En ese tiempo llevó a cabo el desarrollo de varios proyectos de Intensificación agrícola y forestal en la provincia.

Después de caída la citada Dictadura y disconforme con el discurso lleno de indecisiones y vacilaciones de tu jefe político Melquíades Álvarez entre la Monarquía y la República como régimen conveniente para España, pronunciado en el Teatro de la Comedia de Madrid, Manuel Rico Avello se separó del Partido Reformista y se incorporó al grupo al servicio de la República. En representación de éste formó parte de la candidatura de conjunción republicano-socialista en las elecciones de diputados a Cortes Constituyentes de julio de 1931, que salió triunfante en Asturias. Si no muy brillante, su actuación de diputado constituyente fue seria y eficaz en las Comisiones parlamentarias.

Al formar Gobierno por primera vez Alejandro Lerroux en setiembre de 1933 se le confió el cargo de subsecretario de la Marina Civil. Caído ese Gobierno casi efímero y constituido el 8 de octubre el presidido por Diego Martínez Barrio, entró a formar parte de él como ministro de la Gobernación. Al frente de ese Ministerio, disueltas las Cortes Constituyentes, dirigió las elecciones de noviembre de ese mismo año de diputados a las primeras Cortes ordinarias de la República. Fue esta gestión suya de una limpieza reconocida por todos unánimemente. Si el resultado disgustó a los partidos de izquierda por su derrota,ello fue debido únicamente a la desunión con que acudieron a las urnas electorales, mientras los partidos de derecha acudieron en conjunción. Pero la gestión de Manuel Rico Avello fue de tal honestidad, que le costó la propia derrota como candidato.

El periodista republicano Roberto Casirovido dedicaba al suceso una crónica (El Liberal, Madrid, 26 de noviembre) bajo este título: Derrota triunfal del ministro de la Gobernación; en ella decía: “Entre los derrotados en las elecciones figuran en primer término el ministro de la Gobernación señor Rico Avello y el subsecretario señor Azcárate. Siento mucho, por estima personal y afinidad política, esas dos derrotas; mas honran sobremanera a los vencidos y enaltecen a la Republica. Hasta ahora no se dio un caso análogo. El Ministro de la Gobernación era el manejador, el encasillador de candidatos, el supremo hacedor… La derrota electoral del ministro era antaño imposible y absurda. Antes era el hacedor de diputados, y reunía por lo menos tres actas. El que, por honesto, haya podido ser vencido el ministro señor Rico Avello es, sin hipérbole, una gloria para la República, limpia de porquerías, limpia de porquerías, libre de picarescas e incapaz por sana y honrada de atropellar la ley de incurrir en delito, por sacar a gusto el ministro una mayoría parlamentaria…”

Antonio L. Oliveros consagra el suceso en el libro Asturias en el resurgimiento español un comentario y una explicación: “Caracterizó a las elecciones del 19 de noviembre de 1933 —dice— tal sinceridad de parte del Gobierno, que señala un honroso ejemplo en la vida pública de nuestra patria. Nuestro paisano Rico Avello, ministro de la Gobernación, que se presentaba candidato a diputado por Asturias, fué derrotado, habiendo influido en ese resultado dos circunstancias: primera, un respeto absoluto de parte de las autoridades —cosa que honra altamente a Rico Avello— a la libre emisión del voto por los ciudadanos; y segunda, la negativa de Rico Avello —otra particularidad que le enaltece a ser incluído en la candidatura de derechas”.

Al suceder a Martínez Barrio en la Presidencia del Consejo de Ministros Alejandro Lerroux el 16 de diciembre de ese año, Rico Avello continuó al frente del Ministerio de la Gobernación, pero solo por poco tiempo, pues abandonó ese departamento ministerial el 24 de enero del año siguiente (1934).

Dejó las funciones de ministro por haber sido nombrado Alto comisario de España en Marruecos. Su gestión en África, por espacio de unos dos años, fué acertada y brillante; se hizo en su tiempo y a propuesta suya la ocupación pacífica del territorio de Ifni por el general Capaz, y a partir de ese hecho histórico, además de las funciones de AIto comisario de la zona Norte de Marruecos, tuvo a su cargo las de gobernador general de todos los territorios de soberanía española en África (Ceuta, Melilla e Ifni) y la suprema autoridad en los de protectorado y ocupación del Sur africano (Sahara y Río de Oro). Cesó en el puesto de Alto comisario el 31 de diciembre de 1935 para hacerse cargo del Ministerio de Hacienda en el Gobierno constituido bajo la Presidencia de Portela Valladares.

Regentó el Ministerio de Hacienda hasta el 20 de febrero de 1936, fecha en que fué relevado el Gobierno por otro presidido por Manuel Azaña, como consecuencia del triunfo electoral de los partidos de izquierda coaligados, alcanzado en las elecciones generales del día 16 de ese mes. En esas elecciones Rico Avello salió triunfante como diputado a Cortes por la provincia de Murcia en candidatura formada por elementos moderados.

Días después de sobrevenir la sublevación militar-fascista del 18 de julio de ese año, Manuel Rico Avello fué recluido en la Cárcel Modelo de Madrid por suponérsele complicado en el movimiento contra el gobierno republicano, cosa improbable. En ella permanecía recluido cuando en la tarde del 22 de agosto, cayó entre los muertos en la represión por las fuerzas armadas que entraron en la cárcel a restablecer el orden. Seguramente habría sido excarcelado a falta de pruebas de su participación en el movimiento revolucionario y es seguro que en el motín de la cárcel no había tomado participación.

Rico Avello estaba condecorado con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Naval, la Banda de la Orden Civil de África y la Gran Cruz con Banda de la Orden Mehdauia, de Marruecos.

 

Obras publicadas en volumen:

I al XVIII.—Memorias de la Asociación Patronal de Mineros Asturianos, (Oviedo, 1914 al 31; dieciocho opúsculos).

XIX.—Estatutos del Orfanato Minero Asturiano. (Oviedo).